miércoles, 25 de abril de 2012

¡Ya hemos vuelto!

¡Arratsalde on, athleticzales! Escribo esta entrada con algo de retraso, porque en realidad volvimos hace ya un par de días a la capital mundial. ¡Menudo viajecito! Me han salido dos hermanos, con lo cual la familia Athleticmóvil se amplía, y nos lo hemos pasado la mar de bien, rodeados de rojo y blanco por todas partes. De hecho, en el viaje de ida, nos cruzamos con nada menos que ¡siete coches y dos autocaravanas del Athletic!

Nuestro albergue, también tomado, y las calles llenas de bilbáinos por doquier. A cada paso y por cada ¡Sporting! que oíamos, los cimientos lisboetas temblaban con la réplica athleticzale,  atronadores rugidos de los leones que allí se congregaron. Una experiencia inolvidable. Diferente a Manchester en muchos aspectos, pero por ello también única. Pormenorizaremos más adelante, que hay anécdotas para dar y tomar.

Del partido, poco hay que hablar. Una primera parte insulsa, con un Athletic desarticulado por la intensidad local y sin centro del campo, y una segunda en la que pudimos herir de muerte al Sporting y acabamos perdiendo de uno y pidiendo la hora. El jueves, el desenlace.

Por lo demás, la vida sigue igual. En próximas entradas y para los incondicionales del Athleticmóvil, seguiremos actualizando con los sucesivos capítulos del viaje al norte de Inglaterra.

Un saludo y ¡Aupa Athletic!

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