¡Arratsalde on, athleticzales! Escribo esta entrada con algo de retraso, porque en realidad volvimos hace ya un par de días a la capital mundial. ¡Menudo viajecito! Me han salido dos hermanos, con lo cual la familia Athleticmóvil se amplía, y nos lo hemos pasado la mar de bien, rodeados de rojo y blanco por todas partes. De hecho, en el viaje de ida, nos cruzamos con nada menos que ¡siete coches y dos autocaravanas del Athletic!
Nuestro albergue, también tomado, y las calles llenas de bilbáinos por doquier. A cada paso y por cada ¡Sporting! que oíamos, los cimientos lisboetas temblaban con la réplica athleticzale, atronadores rugidos de los leones que allí se congregaron. Una experiencia inolvidable. Diferente a Manchester en muchos aspectos, pero por ello también única. Pormenorizaremos más adelante, que hay anécdotas para dar y tomar.
Del partido, poco hay que hablar. Una primera parte insulsa, con un Athletic desarticulado por la intensidad local y sin centro del campo, y una segunda en la que pudimos herir de muerte al Sporting y acabamos perdiendo de uno y pidiendo la hora. El jueves, el desenlace.
Por lo demás, la vida sigue igual. En próximas entradas y para los incondicionales del Athleticmóvil, seguiremos actualizando con los sucesivos capítulos del viaje al norte de Inglaterra.
Un saludo y ¡Aupa Athletic!
No hay comentarios:
Publicar un comentario